Sin duda, la «complicación» más trascendente de las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) como tratamiento de la infertilidad es la alta tasa de falla terapéutica (no embarazo). La mayoría de las personas que sufren de infertilidad ven en las TRA su última oportunidad de ser padres, y el fracaso es vivido de manera muy compleja. Es por esto que el apoyo psicológico y familiar, así como las agrupaciones de personas que sufren de infertilidad, constituyen un importante soporte para aquellos que ven frustrado su deseo de parentalidad.
Otra complicación compleja pero prevenible es el embarazo múltiple. Si bien para muchas personas la llegada de gemelos es vista como una «gracia» adicional, la gestación múltiple, especialmente los trillizos y más, conlleva complicaciones durante el embarazo y después del nacimiento debido a la prematuridad y sus implicancias en el desarrollo neonatal. Esta complicación puede prevenirse transfiriendo solo un embrión a la vez.
Estas condiciones pueden resultar de la punción transvaginal, que permite introducir una aguja en los ovarios para aspirar los folículos y recuperar los óvulos. Tanto la hemorragia como la infección son condiciones muy infrecuentes, y en centros acreditados, ocurren en menos de 1 por cada mil a dos mil procedimientos.
Esta es una condición que se caracteriza por un agrandamiento desproporcionado de los ovarios, asociado a un cambio en la permeabilidad de los vasos sanguíneos, lo que provoca la salida de líquido que se acumula dentro del abdomen. La mujer experimenta distensión y se siente muy hinchada. La mayoría de los casos de hiperestimulación son molestos pero se resuelven espontáneamente con reposo. Sin embargo, existen algunos casos, especialmente en mujeres con una enfermedad llamada «síndrome de ovarios poliquísticos», en los que la hiperestimulación puede volverse descontrolada y requerir hospitalización.
Con el conocimiento actual y las drogas disponibles para estimular la maduración de los óvulos, la prevalencia de esta condición en su forma severa es menor al 1% de los casos. Se sabe que en presencia de un embarazo, el cuadro de hiperestimulación severa se agrava considerablemente. Por lo tanto, cuando se sospecha que una mujer puede experimentar una reacción adversa, se congelan los embriones para evitar exponerla a un empeoramiento debido al embarazo concomitante. De esta manera, gracias a la congelación embrionaria, los embriones congelados pueden ser transferidos en una fecha posterior.